PROSTATECTOMÍA RADICAL

Prostatectomía radical

Es una opción de tratamiento quirúrgico para el cáncer de próstata localmente avanzado. El objetivo es extirpar tanto tumor como sea posible. Esto se realiza extirpando la próstata entera y ambas vesículas seminales, así como el tejido circundante afectado por el tumor.

El procedimiento también incluye la extirpación de los ganglios linfáticos del área pélvica. En una prostatectomía radical la anestesia que se le administrará será anestesia general.

No siempre es posible extirpar la totalidad del tumor con una prostatectomía radical. Por este motivo el médico puede recomendarle tratamiento adicional con radioterapia externa o con tratamiento hormonal.

¿Cómo se realiza la prostatectomía radical?

Puede realizarse tanto por vía abierta como por vía laparoscópica. En la cirugía abierta, el cirujano abre la pared abdominal o el periné para acceder directamente a la próstata. La próstata y las vesículas seminales son extirpadas. El cirujano extirpará también cualquier otro tejido que esté afectado por el tumor. Posteriormente, la vejiga es suturada a la uretra (Fig. 3). El médico introduce una sonda para ayudar a que la unión entre la vejiga y la uretra cicatricen. Normalmente la sonda se retira pasados 7 días.

En la cirugía laparoscópica, el cirujano introduce unos pequeños tubos de plástico en el abdomen. A través de estos tubos, el cirujano puede introducir los instrumentos necesarios para extirpar la próstata. Uno de esos pequeños tubos se utiliza para introducir una cámara que permite al cirujano tener una imagen de alta calidad de la próstata en un monitor de vídeo. La cirugía laparoscópica también puede realizarse asistida por un sistema robótico.

Para extirpar un cáncer de próstata localmente avanzado mediante una prostatectomía radical, tanto la cirugía abierta como la cirugía laparoscópica parecen ser igualmente efectivas.

¿Cómo me preparo para la cirugía?

El médico le aconsejará en detalle sobre cómo prepararse para la cirugía. No debe comer, beber o fumar en las 6 horas previas a la intervención para prepararse para la anestesia. Si usted está tomando cualquier medicación, debe comunicárselo al médico. Puede que sea necesario dejar de tomar alguno de los fármacos que está tomando varios días antes de la intervención. El médico le aconsejará cuándo deberá reanudar esta medicación.

¿Cuáles son los efectos secundarios del procedimiento?

Generalmente será dado de alta de 3 a 7 días después de la cirugía. El tiempo de estancia en el hospital puede variar según los países. Podrá experimentar algo de dolor en la parte baja del abdomen, durante algunas semanas, tras una prostatectomía radical abierta. Después de la cirugía podrá sufrir incontinencia urinaria o disfunción eréctil. Usted podrá necesitar tratamiento por estos motivos.

Es necesario que consulte a su médico o que acuda al hospital inmediatamente si:

    • Desarrolla fiebre
    • Tiene una pérdida importante de sangre
    • Presenta un dolor severo
    • Tiene problemas al orinar

La extirpación de los ganglios linfáticos puede causar linforrea. Esto es una fuga de fluido linfático por la piel. Este fluido puede dañar la piel y producir infección. Discuta el tratamiento de la linforrea con su equipo médico.

La prostatectomía radical puede producir incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE). Esto se produce porque la próstata rodea la uretra, ayudando a soportar la presión cuando la vejiga está llena. Extirpar la próstata puede tener efecto sobre la cantidad de presión que la uretra puede soportar. Existen varias opciones de tratamiento para mejorar la corrección de la IUE. Usted puede leer más información en la sección IU tras Prostatectomía Radical en Información para el paciente de la AEU en Incontinencia Urinaria.

Otro riesgo frecuente de la prostatectomía radical es la disfunción eréctil. Durante la intervención, el cirujano puede necesitar quitar tejido por fuera de la próstata, y hay riesgo de que se dañen vasos y nervios durante la intervención. Esta es una causa común de disfunción eréctil. Durante la cirugía el cirujano intenta mantener los nervios del pene indemnes. El éxito depende de la agresividad del tumor y de su localización. Si es necesario, el médico podrá recomendarle tratamiento para la disfunción eréctil. Tenga en mente que el objetivo de la prostatectomía radical es extirpar el tumor y curarle.